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viernes, 29 de abril de 2011

LESIONES TRAUMATOLÓGICAS

Gracias al avance de la medicina, y más concretamente de la cirugía, lesiones que antes eran mortales o que dejaban grandes secuelas que impedían llevar a cabo una vida “normal”, hoy día son resueltas con éxito mediante intervenciones quirúrgicas cada vez más complejas, pero que ofrecen grandes resultados. Este es el caso de la cirugía traumatológica.
En el siguiente vídeo, se explica de forma muy didáctica las mejoras quirúrgicas conseguidas frente a las secuelas que provocaban estas lesiones traumatológicas, consiguiendo una movilidad y recuperación completas.
¡Esperamos que os guste!


lunes, 25 de abril de 2011

COMO DETERMINAR LA ALTURA DE LA BICICLETA

Somos muchos los que cuando va llegando el buen tiempo nos acordamos de que hay que realizar algo de deporte, bien porque se acerca el verano y la operación bikini, o bien porque los días son más largos y el clima y las horas solares acompañan más a la práctica de algún deporte.
Al no ser usuarios habituales de la bicicleta, normalmente no le echamos la cuenta necesaria a la altura del sillín por ejemplo, acarreándonos serias molestias en la espalda, hombros, rodillas, etc…
Encontrar la altura adecuada del asiento para tu bicicleta hará que tu ejercicio de pedalear sea mucho más eficiente y ayudará en gran medida a prevenir cualquiera de estos problemas.

¿Cuál es la altura óptima del asiento?
Para saber cuál es la altura idónea basta con tomar estas medidas previas:

1.- Con el pie descalzo, nos subimos a la bicicleta y ajustamos la altura del asiento de tal manera que cuando estemos sentados y apoyemos el talón del pie en el pedal, la pierna debe estar completamente extendida.

2.- Ahora ponte tus zapatos,
cuando tu suela esté en el pedal, tu pierna estará perfectamente recta,  de este modo, cuando la punta de tu pie esté centrada sobre el pedal, tendrás la cantidad adecuada de curvatura en tu pierna.


Como hemos anotado anteriormente los problemas más frecuentes suelen ser en espalda, hombros, rodillas, etc.… Generalmente, el dolor de rodillas en la zona anterior puede a menudo significar que tu asiento está muy abajo, mientras que el dolor de rodilla en la zona posterior o corva indicaría lo contrario, que está muy alto.
De esta manera conseguirás un mejor desempeño en tus trayectos y tus rodillas te lo agradecerán

miércoles, 13 de abril de 2011

RECOMENDACIONES PARA EL CUIDADO DE HERIDAS

1.      No retirar el apósito o vendaje salvo indicación del personal sanitario. En caso de pérdida, acudir al centro más cercano para nueva colocación.
2.      No mojar la zona afectada.
3.      Si presenta picor intenso, consulte con el personal sanitario. Evite introducir un objeto punzante para rascarse, ya que existe un riesgo elevado que se produzcan lesiones en la piel.
4.      Si afecta a extremidades superiores :
• Eliminar anillos, pulseras, relojes y esmalte de uñas.
• No utilizar guantes, dediles o plásticos aislantes de forma prolongada.

5.      En caso de sufrir quemaduras, aumentar la ingesta de líquidos (si no hay contraindicación por patología asociada).
6.      Si se recomiendan curas secas en domicilio, aplicar povidona yodada con gasa estéril (nunca con algodón).
7.      En caso de presentar endurecimiento, enrojecimiento y/o calor de la zona donde se haya administrado la vacuna antitetánica, aplicar hielo (envuelto en un paño o similar) varias veces al día durante 10-15 minutos.
8.      Tras la cicatrización de la herida, aplicar en la zona afectada cremas hidratantes.
9.      Una vez cicatrizada, proteger la herida del sol con una protección alta (FPS superior a 15) durante un mínimo de dos años. De esta forma se minimizan las secuelas estéticas de la misma.
10.  Seguir las pautas que le recomienda el personal sanitario sobre cuidados y tratamiento.



Y ahora que llega el buen tiempo,
cuidado con el sol

jueves, 7 de abril de 2011

LUMBALGIA INESPECÍFICA: LA ENFERMEDAD DEL SIGLO XXI. ABORDAJE TERAPÉUTICO DE ENFERMERÍA


La lumbalgia tiene una gran trascendencia debido a sus grandes repercusiones económicas y sociales asociadas, ya que se ha convertido en una de las primeras causas de absentismo laboral. En la cronificación de la lumbalgia se produce una asociación entre factores musculares y psicosociales que favorecerán la cronicidad e incapacidad asociada al proceso.

Pero el tratamiento de la lumbalgia no debe reducirse a la prescripción de medicamentos. La modificación de los factores psicosociales que intervienen en su aparición y la administración de educación sanitaria al paciente, por parte de los profesionales de la salud y la enfermería en particular, deben formar parte del abordaje de esta enfermedad. El paciente deberá mantener su actividad y, en muchos casos, esto evitará que el problema se convierta en crónico. Dentro de esos programas de educación al paciente deben incluirse asimismo consejos sobre higiene postural y tablas de ejercicios individualizadas.


Para acceder al texto completo, os dejamos el enlace a la publicación (páginas 5-9).
¡Saludos!

http://www.colegioenfermeriasevilla.es/Publicaciones/Hygia/Hygia75.pdf

miércoles, 6 de abril de 2011

LOS CONSEJOS DE LA ABUELA (2)


“¡Señora, usted que viene a operarse de la rodilla o a un concierto de Marilyn Manson!”

Seguro que os habréis encontrado infinidad de veces a esa paciente que trae al Hospital las uñas pintadas como Aramis Fuster y habéis tenido que quitarle la pintura raspando con un bisturí… aunque much@s de vosotr@s ya lo sabréis, os daremos un truco que va muy bien cuando no disponemos de la famosa acetona, que más de un@ ha inhalado mientras veía el diario de Patricia junto a su madre en el sofá de casa.

El producto en cuestión es el Nobecutan®, apósito plástico en espray utilizado como protección para pequeñas heridas o aquellas en vías de resolución, y para ayudarnos en ese maravilloso mundo de la fijación de los apósitos. Ya veréis los resultados…. Mi madre ya no compra acetona!

Por cierto, un consejo: a la señora de las uñas pintadas, antes de salir de la habitación, levantarle la sábana y mirarles los pies…



¡Así da gusto comerse las uñas!


martes, 5 de abril de 2011

USO CORRECTO DE MULETAS Y BASTONES


Es excesivamente frecuente en nuestro entorno el tener pacientes que usen algún tipo de ayuda técnica para la deambulación; y por eso mismo, una de las dudas más habituales entre ellos es cómo deben usarse tanto para movilizarse, subir o bajar escaleras, etcétera; cómo el saber regular la altura de las mismas.
Si quisiéramos afinar un poco más, lo que aquí denominamos muletas, recibe el nombre de bastón inglés o muleta de Lofstrand, pero en este artículo nos referiremos indistintamente a ellas con los nombres de muletas o bastón.
Según las indicaciones del médico responsable del tratamiento, el paciente deberá usar una o dos muletas con o sin apoyo del miembro afectado, en este artículo sólo pretendemos dar consejos del uso de un tipo u otro de apoyo, no de cuándo usarlo.

La altura de las partes del bastón con relación al cuerpo del paciente es algo primordial y no va a depender de si es uno o dos los bastones que el médico nos indique usar.

La zona de la empuñadora de la muleta debe estar a la altura del trocánter mayor del fémur y la zona más distal que rodea al antebrazo debe localizarse 2-3 traveses de dedo por debajo del codo. El trocánter mayor del fémur es sencillo de poder localizar, se encuentra a la altura en la que quedarían los bolsillo de un pantalón, justo la zona más sobresaliente de la cadera.
Tanto el ponerlas más alta o más bajas nos pueden acarrear problemas de espalda, hombros, etc…
Caminar con dos bastones, sin apoyo o carga.
En esta fase se usarían los dos bastones sin apoyo ninguno, es decir que el apoyo lo realizaremos  sólo con los dos bastones y el miembro no lesionado, el miembro afectado siempre se encontrará más alto que el nivel del suelo para evitar el apoyo. Es suficiente, por ejemplo, que en este pie no tengamos zapato, así evitaríamos la tentación de pisar el suelo, además de que cuando estemos parados, no llegaría al nivel del suelo.
Caminar con dos bastones, con apoyo o carga parcial.
Esta fase es la más sencilla de todas, ya que el paciente puede apoyar levemente la extremidad afectada, las muletas las usaríamos aquí para favorecer una marcha normal y nos ayudarían a disminuir el peso cargado por la pierna afectada. En este caso, ambos pies van a ir alternándose para caminar, es decir sería lo más asimilable a una marcha normal.
Caminar con una sola muleta
Es la fase del proceso más complicada. Es excesivamente habitual que cuando a una persona se le indica el uso de una sola muleta, ésta se la lleve al mismo lado donde existe la dolencia, y es precisamente todo lo contrario lo correcto. La intención no es que la muleta supla a la pierna afectada, sino que ayuda a la pierna lesionada a soportar el peso.
Por ello, la muleta será colocada en el lado contrario a la pierna afectada.
Para que sea más sencillo de entender, debemos pensar en la manera de andar de una persona normal. Siempre vamos alternando durante la marcha un brazo y la pierna contraria, por eso si la pierna  lesionada es la derecha, cuando ésta esté más avanzada es el brazo contrario, el izquierdo el que debe estar adelantado y por tanto en el que va a recaer más peso, de ahí que sea en éste donde deba estar la muleta.
Todos sabemos que un video vale más que mil palabras por lo que añadimos un video en que se explica muy ilustrativamente como usar tanto una como dos muletas.